Demandan mujeres respeto laboral en el área del vestido

Piden mejor atención médica, salarios y libre derecho de asociación

En el marco del décimo aniversario de Colectivo Raíz, las activistas que lo conforman han luchado porque se respeten los derechos laborales de mujeres que trabajan en la industria del vestido; es necesario contar con mejores condiciones en lo que respecta a atención médica, salarios y su libre derecho a la asociación, destacó la coordinadora del colectivo, Sara Montes.

“Durante este tiempo la organización ha impulsado una serie de actividades para que se conozcan los derechos laborales; nos hemos puesto en contacto directo con trabajadoras y trabajadores de esta industria y hemos visto que de manera recurrente en las empresas de este sector se incurre en violaciones a los derechos por parte de empresarios y del mismo Gobierno”, recalcó.

La activista resaltó que en este sentido se requiere sacar a luz las condiciones y problemáticas que existen en este sector, ya que enfatizó que el panorama salarial es poco favorecedor para quienes se desempeñan en la industria textil, pues hay quienes ganan el mínimo, lo cual no alcanza ni para el sustento diario indispensable.

“El salario mínimo general en el país, este año es de 73.04 pesos al día, o bien de 2,191.20 al mes; a todas luces este ingreso es insuficiente para el mantenimiento, no de una familia, sino del propio trabajador. En el caso de la industria textil el salario mínimo profesional de una costurera en la confección de ropa en talleres o fábricas es un poco superior, ligeramente, pero de cualquier manera es muy poco para enfrentar las necesidades de la sobrevivencia; alcanza 94.30 pesos diarios, que significan 2,829 peso al mes”, puntualizó.

Sara Montes resaltó que aparte de que es insuficiente, en los recibos de pago la información es confusa, ya que no se detalla la percepción, y cotizan con el mínimo, significando esto un futuro incierto si continúan “haciendo carrera” en la empresa, ya que se retirarán con una escasa pensión, y por ende el resto de las prestaciones a las que tienen derecho, también son mínimas.

“Venían percepciones que ni entendíamos y medio nos enrollaban la situación; igual las deducciones y las percepciones estaban bastante confusas para nosotros. Ahí era muy difícil entender claramente qué era lo que estábamos percibiendo o lo que nos deducían; aparte de todo eso mucho se nos roba, no es transparente la información; la mayoría de las maquilas pagan a destajo, se presta mucho para que haya confusiones en cuanto a la deducción de pagos”, señaló Lupita, una de las trabajadoras de la Industria del Vestido.