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Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- Luego del caso de Norma Lizbeth, la estudiante de 14 años que falleció a causa de los golpes que le propinó una compañera, la Iglesia católica pidió ponerle un alto al bullying en las escuelas.
En la editorial de su semanario «Desde la fe», la Iglesia condenó la muerte de la joven y aseguró que estas acciones son permitas debido a la indiferencia que permea en la sociedad.
«En los últimos años, hemos sido testigos de campañas que buscan tejer acciones y evitar la discriminación, acoso, intolerancia, indiferencia, desigualdad, violencia física, psicológica o verbal en las escuelas, incluso, iniciativas de ley que han sido presentadas en su momento como modelo para otros países; sin embargo, la violencia entre niños y jóvenes sigue escalando exponencialmente», expuso.
«El problema es grave y continúa deteriorándose, y es importante atender las causas de fondo que se reflejan en este conflicto entre niños: ¿de dónde obtuvo una niña tanto odio como para golpear a una compañera con una piedra en la cabeza?, ¿dónde aprendió una chica de 14 años esas tácticas criminales?, ¿cómo puede haber tantos jóvenes espectadores, alterados en sus emociones, con el deseo de ver correr sangre?».
En el texto, la Iglesia católica enfatizó que este hecho evidencia un fuerte desmoronamiento del tejido social.
«No existe una solución mágica y mucho menos soluciones violentas como las que se han planteado en redes sociales a partir del caso. Pareciera que, ante situaciones así, todos se vuelven jueces, pero nadie mira lo que ocurre al interior. Esta tragedia nos exige a todos los actores sociales trabajar para fortalecer el elemento más importante de nuestra sociedad: la familia», añadió.
«Urge inculcar en nuestros niños, desde la más tierna infancia, que la vida humana es lo más valioso, el respeto al prójimo como condición sin la cual es imposible la convivencia, y acompañarlos correctamente en el desarrollo de sus emociones».
Norma Lizbeth fue atacada por una de sus compañeras el pasado 21 de febrero en las inmediaciones de la Secundaria Oficial Anexa a la Normal, en la localidad de San Juan Teotihuacán, en el municipio de Teotihuacán, Estado de México.
De acuerdo con el testimonio de la familia de la víctima, la joven habría acudido al lugar de la pelea para detener el acoso que desde tiempo atrás padecía por parte de su agresora debido al color de su piel.
Los golpes, algunos de ellos con una piedra y directamente en el cráneo de Norma Lizbeth, quedaron registrados en múltiples videos que grabaron sus compañeros, quienes no intervinieron ante la agresión.
Tras el paso de los días y pese a que fue atendida en un hospital de la región, el pasado lunes la joven comenzó a sentirse mal y dos días después, el miércoles, murió por un trauma craneoencefálico, de acuerdo con el acta de defunción.
«Esta tragedia nos exige a todos los actores sociales trabajar para fortalecer el elemento más importante en nuestra sociedad: la familia», recalcó la Iglesia.