
Sineli Juana Santos Cárdenas Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.-Dale a tu cuerpo alegría y… un buen descanso.
Además de la alimentación y el ejercicio, un buen descanso incrementa el nivel del vida y previene el desarrollo de enfermedades como la diabetes, la obesidad, hipertensión o accidentes cerebrovasculares.
Los acelerados ritmos de las personas no permiten que se pueda tener un descanso de calidad, por lo que las desveladas poco a poco se normalizan.
El doctor Reyes Haro Valencia, especialista en neurofisiología, explica la importancia de dormir de 7 a 8 horas días por los beneficios que reciben los órganos, especialmente el cerebro.
«Hoy parece que si nos desvelamos, que si dormimos poco no pasa nada, que es una costumbre. Le llamamos restricción del sueño porque solemos dormir menos de lo que nuestro cuerpo requiere y cuando dormimos mal andamos lentos, se nos olvidan algunas cosas, estamos irritables, cansados.
«Quienes tienen la costumbre de dormir poco y mal empiezan a tener problemas cognitivos y se reduce la expectativa de vida. Dormimos para descansar, pero también para regenerar el cuerpo, las células se mueren cuando dormimos, pero nacen otras en ese lapso, todos nuestros órganos se recuperan y descansan, nos restauramos mentalmente, se eliminan toxinas», comenta.
En la Ciudad de México, el promedio de horas que la gente ocupa para dormir es de 6, aunque hay casos extremos en los que apenas utilizan 4 horas para «descansar».
«El tiempo que debemos dormir son 8 horas, pero muy pocos duermen este tiempo, en las grandes ciudades el promedio de horas que se emplean para dormir es de 6 horas, entonces se están volando 2 horas. Hay personas que duermen de 5 ó 4 horas y es algo poco saludable.
«Hay un tiempo que debemos dormir, de 7 horas como mínimo, pero también es importantísimo el soñar, nos ayuda a resolver problemas, a ser creativos y el sueño de una de las etapas del dormir que nos lleva a esta restauración neuronal y que el cerebro lo requiere, por lo tanto es importante soñar», añade Reyes.
Los hábitos de descanso deben de adoptarse desde edades tempranas para que el dormir sea placentero y no un dolor de cabeza.
ETAPAS DEL SUEÑO
Reyes Haro explica que durante los 7 horas de sueño se producen cuatro etapas, dos ligeras y dos profundas, en éstas últimas es donde se genera el descanso.
«El sueño ligero es en el que más tiempo pasamos, y se llama ligero porque percibimos lo que sucede a nuestro alrededor y sentimos que pasa, y esto es lo que nos ayuda a comprender el insomnio.
«El 60 por ciento del tiempo que pasamos dormidos es ligero y por eso se tiene la sensación de no se ha dormido, por eso se confunde con el insomnio y esa acumulación trae efectos negativos», agrega.
En las etapas profundas se produce el descanso físico y mental, y cuando aparecen más imágenes del sueño y después la construcción de historias.
En este momento el tono muscular no existe, por eso cuando queremos gritar en un sueño, no podemos.
Tener una posición inicial a la hora de dormir ayuda a que las etapas se den naturalmente.
«La mejor postura para dormir, siempre hay que tener una postura inicial para dormir. Muchas veces no podemos dormir por el estrés, los problemas y pendientes, así que el insomnio no se maneja con medicamentos como se cree», puntualiza.
CONSECUENCIAS DEL SUEÑO INTERRUMPIDO
Trastornos en el estado de ánimo
Problemas de atención
Funciones cognitivas
Fatiga
Dolor físico
Alto riesgo de accidentes
Alto riesgo de caídas
Afecta la calidad de vida
Deficiente ejecución diurna
Ausentismo
Disminución en la productividad
CONÓCELO REYES HARO VALENCIA
Especialista en neurología
Jefe del Laboratorio de Sueño del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM.
reyeshv@hotmail.com
@SSantosCANCHA