
Saúl Alejandro Flores
Estimados lectores, continuamos con el tema que he abordado desde hace cuatro semanas relativo a la nueva Norma Oficial Mexicana 127 de la Secretaría de Salud enfocada en aplicarse a: “Agua para uso y consumo humano. Límites permisibles de la calidad del agua”. Esta norma sustituye a la anterior 127, mostrando una mayor amplitud en incorporar más compuestos que la anterior, podríamos decir es más amplio el espectro para considerar lo que debe ser un agua apta para el uso y consumo humano, así que pasemos al desarrollo del tema.
La semana pasada les mencioné que abordaría el caso del municipio de Aguascalientes, dice el dicho que para muestra basta un botón, sin embargo, debo precisar que el caso Aguascalientes, no representa a los demás municipios del país, las condiciones son distintas, pero de que se demanda inversión para garantizar el cumplimiento de la NOM 127 es un hecho y la inversión no es cualquier cosa.
La semana pasada mencioné que aproximadamente en Aguascalientes se requiere una inversión aproximada del orden de los 500 millones de pesos por año para efectos de potabilizar el agua sólo en la capital. Debo advertir que para pensar en el resto de municipios no debe multiplicarse por 2 mil 460, ni a nivel nacional por 32 al pensar en entidades federativas y obtener el monto de las inversiones requeridas para potabilizar.
El asunto es más que serio, lo advertí desde el inicio de esta serie de entregas, así como lo mencioné en este mismo espacio cuando abordé lo referente a la NOM 001 Semarnat, y así nos sucederá con la NOM 002, grandes cargas para todos los municipios del país. Vuelvo a reiterar, que de ninguna manera estoy en contra de mejorar el sector hídrico, lo que establecen estas normas oficiales son puntos nodales que son importantes atender y resolver, que no pueden ser postergados, pero una legislación puede ser populista no sólo desde la perspectiva de satisfacer la “sed de venganza de un pueblo”, sino que puede ser también del otro extremo, “populismo normativo”, al creer que con normar por normar, se solucionan los problemas, resolver por decreto, cuando debe solucionarse por acciones, claro, respaldadas por decretos y por un marco legal pertinente.
Además de las normas, se requiere la instrumentación de programas y esquemas financieros que permitan concretizar esas acciones locales, eso debe venir desde la Federación, no por estirar la mano, sino porque el gran captador de tributo es el Gobierno central, de lo contrario, mejor tributamos desde lo local y hacemos nuestras obras y ejecutamos nuestras políticas y acciones.
Esta situación a lo que orilla es que se opte por la única posible, no hay otra alternativa, es decir, recurrir a la inversión privada o deuda, lo más viable es inversión privada, porque además la deuda cómo se soporta, el sector público mexicano suele ser inestable, y el personal especializado es intrascendente en México, por que lo sustituyen con facilidad, no importa si el trabajador es eficiente, lo que importa es el cumplimiento de compromisos y pago de favores políticos, debería ser trascendente el capital humano, por lo tanto no se puede garantizar continuidad.
En este sentido, una empresa cuenta con mayor seriedad en la toma de decisiones, claro siempre y cuando no sea una empresa improvisada con amigos del político en turno, o con diversos prestanombres, esa empresa no será garantía, tampoco una privada que se preste a las prácticas corruptas y colusión con el gobierno en turno.
Por otro lado, para invertir sumas de esa dimensión, y si por otro lado el gobierno federal tiene su mira puesta en otros proyectos, aunado a que no se puede dejar sin servicios a la ciudadanía, la única alternativa en esa trama de confusiones y de gobiernos con ausencia de capacidad, no existe otra que obtener inversión privada, que no es mala, tiene varias ventajas, como la continuidad y profesionalización, pero la autoridad tiene un gran reto, que no haya escasez de agua, y si esa es la única forma, entonces, hay que generar los indicadores y una serie de ejes que permitan evaluar periódicamente, por el momento, de aquí a mayo se debe cumplir con la norma, y aquí es importante el acercamiento entre la concesionaria y el Municipio, definiendo acciones y montos para construir el sistema de potabilización, el título de concesión así lo establece. No desaprovechen esa oportunidad, evitando que el golpe sea mayor y los daños que se causen al patrimonio, invirtiendo y asumiendo en estos meses el proceso de potabilización. No olviden la importancia de emprender acciones que permitan que en México y Aguascalientes el agua nos alcance.
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