Zedryk Raziel 
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO 22-Oct .- La persecución ministerial de la PGR contra el Mandatario con licencia de Veracruz, Javier Duarte, es un «show mediático» pactado entre el PRI y el Gobierno federal para simular el combate a la corrupción, afirmó el senador Armando Ríos Piter.
El legislador perredista, integrante de la Comisión Anticorrupción de la Cámara alta, planteó que, cuando el veracruzano salió a dar la cara públicamente para separarse del cargo de Gobernador, ya había sido avisado de que se vendría una cargada de la PGR en su contra.
«Qué bueno que se vaya a ir contra Duarte, pero hay que dejarlo claro: es parte de un show mediático desde el momento en que el PRI le quitó sus derechos políticos, lo hizo porque ya sabía toda la historia que quería construir alrededor de él.
«Qué bueno que se persiga a alguien que le causó tanto daño y que representó tantos excesos para el pueblo veracruzano, pero no podemos comprar la idea de que este Gobierno está verdaderamente interesado en combatir la corrupción: es una decisión política», dijo en entrevista telefónica.
La PGR anunció anoche que había cumplimentado cinco órdenes de cateo en inmuebles de la Ciudad de México relacionados con la indagatoria que abrió contra Duarte por crimen organizado, lavado de dinero y defraudación fiscal.
En los operativos simultáneos, ejecutados en las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Coyoacán, participaron elementos de la Marina y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR armados con equipo táctico.
Ríos Piter cuestionó que el Gobierno federal no haya emprendido las mismas acciones contra otros políticos señalados de corrupción, como, ejemplificó, el Gobernador de Quintana Roo, el priista Roberto Borge, o los ex Mandatarios de Nuevo León, el también priista Rodrigo Medina, y de Sonora, el panista Guillermo Padrés.
El senador aseveró que la cargada contra Duarte demuestra que la administración de Enrique Peña Nieto está haciendo un uso político de la justicia.
«La procuración de justicia en el caso del combate a la corrupción forma parte de un acuerdo político y no de una verdadera intención de ir en contra de la corrupción; la corrupción no se va a acabar si sigue siendo parte de la componenda política de la élite en el poder.
«Nuestro sistema se ha dedicado a atender el tema del combate a la corrupción desde una perspectiva de administración política y no con una verdadera intención de administrar justicia, ésa es la crítica que yo le hago al caso de Duarte», sostuvo.