
Jesús Guerrero Agencia Reforma
CHILPANCINGO, Guerrero.- Luego de que hace tres días habitantes de Ajuchitlán del Progreso, en la región de Tierra Caliente, expulsaron a un grupo de elementos del Ejército y de la Guardia Nacional (GN) por presuntamente haber torturado a dos jóvenes, otro contingente de militares llegó a esta zona de Guerrero donde opera la Familia Michoacana.
La llegada del nuevo grupo de militares a Ajuchitlán ocurrió el domingo y hasta el momento no se ha registrado ningún incidente, informaron fuentes oficiales.
La madrugada del sábado, un grupo de 50 pobladores y transportistas acudió con piedras y palos a las instalaciones del destacamento militar de este municipio para encarar a los soldados y acusarlos de haber golpeado a dos jóvenes de esa localidad, por lo que exigían su salida.
En la entrada, mandos militares esperaban a los pobladores para dialogar, sin embargo, éstos siguieron gritando y amenazando a los soldados.
«Hay que desarmarlos», gritaban.
Durante el ríspido diálogo, uno de los soldados pidió a los habitantes que presentaran pruebas de sus acusaciones.
En ese momento, los pobladores llamaron a los dos jóvenes, quienes se quitaron sus playeras y mostraron sus espaldas con heridas.
«Qué más pruebas quieren si aquí están los muchachos», dijo uno de los manifestantes.
«Hagan su trabajo y a nosotros déjennos trabajar», gritó otro más.
El encargado del destacamento sólo se limitaba a negar con su cabeza las acusaciones.
«¿Qué tiempo le damos a los militares para que se vayan?», preguntaba un lugareño.
«Ya que se vayan», respondían.
Tras varios minutos, dos patrullas del Ejército marcadas con las series 0841314 y 0841022 con varios soldados abordo salieron del destacamento entre gritos de los pobladores.
«Ratas», «ratas», gritaban.
Una fuente del Gobierno estatal informó que hasta el momento los jóvenes supuestamente agredidos no han presentado una denuncia formal.
Además, aseguró que esta protesta fue inducida por líderes del grupo criminal de la Familia Michoacana, como lo han hecho en otras ocasiones en esta zona.
En septiembre pasado, transportistas y ciudadanos del municipio de Arcelia, también en la región de Tierra Caliente, sacaron por la fuerza a un grupo de 30 efectivos del Ejército y Guardia Nacional que tenían su campamento en las afueras de esta localidad porque presuntamente habían cometido abusos.
Meses antes, el Gobierno federal dispuso de una operación con Ejército, Guardia Nacional y Policía estatal para entrar a Arcelia y otros lugares de Tierra Caliente y catear casas y ranchos.
En Arcelia tiene su centro de operaciones Jhonny Hurtado Olascoaga, «El Pez», hermano de José Alfredo Hurtado, «El Fresa», ambos líderes de la Familia Michoacana, organización que desde hace más de una década tiene el control de esa zona.