Al conmemorar orgullosos el Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, diputado Gustavo Báez aseveró que como hace 100 años, ahora estamos en la misma disyuntiva de ratificar la unión, comprender que somos aliados para mantener el espíritu intacto y fortalecido para encarar los nuevos retos.

“México, hoy en día, es totalmente diferente al de 1917, y la Constitución Federal es un texto vivo, dinámico, evolutivo, base jurídica y eje de las transformaciones y desarrollo de nuestro país, la cual en el siglo transcurrido desde su promulgación se ha adecuado mediante 229 decretos con 699 reformas a sus 136 artículos”, señaló el presidente del Poder Judicial, magistrado Juan Manuel Ponce Sánchez.

Javier Luévano, secretario general de gobierno, subrayó que cada uno de los tres poderes y sus servidores públicos, en cualquier ámbito de competencia, están obligados y comprometidos para ser garantes del bien común, enarbolando la legalidad, donde la Constitución Política es y será la piedra angular cúspide que orienta la administración pública y que consagra los derechos humanos.

Durante la Sesión Solemne conmemorativa por los cien años de la Constitución Federal, celebrada en el Teatro Morelos, en presencia de diversos sectores de la sociedad, el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, recalcó que nuestra Carta Magna fue la primera constitución social del mundo.

En su intervención, el diputado Gustavo Báez recalcó que “México se encuentra ante la misma necesidad de hace cien años de recordar que somos aliados. No podemos actuar como entes ajenos a los diversos problemas que nos aquejan, los altos índices de corrupción, las malas decisiones políticas y los golpes directos que provienen del exterior, de nuestro vecino del norte, quien resulta ser además nuestro principal socio comercial”, subrayó.

México no requiere de un “gran salvador” para hacer que las cosas tomen un rumbo distinto, no requiere de un grupo político que prometa cambiar las cosas; “el México que yo conozco está lleno de coraje y optimismo, es atento y generoso. Ante los grandes problemas, lo que queremos buscar es la seguridad en las calles, el bienestar de la familia, su educación; nos frustramos de la “politiquería” y la falta de resultados; nos preocupa y nos frustra la falta de respuestas a casos grandes y graves”.

Pero, agregó que mucho ha pasado a lo largo de los últimos 100 años en nuestros país; “hemos enfrentado crisis económicas; hemos superado desastres naturales; nos han puesto a prueba con recesiones; hemos sobrellevado conflictos sociales; es por eso que puedo postrarme aquí frente a ustedes y decirles, que me siento optimista del futuro de México”, subrayó el presidente del Congreso del Estado.

Agregó que en distintas ocasiones ha escuchado a personas decir que “México es un gran problema”; hoy les quiero decir a todos que eso nos es verdad; México no es un problema, México tiene problemas, y la ventaja de éstos, es que se pueden solucionar, y para que eso suceda debemos seguir por el camino que poco a poco todos estamos retomando, el camino de la unión, el ver hacia un mismo rumbo, sin muros y sin barreras.

“Y es que el muro que quieren ponernos enfrente es un muro físico, material, que divide la frontera entre países, pero no un muro de identidad o cultura, no es un muro que derrumbe nuestra identidad nacional”.

Añadió que la Constitución Mexicana es la definición precisamente de lo que es México, es la identidad de nuestro país, el fin de los conflictos entre las entidades, el fin de los problemas entre los muros internos, así estemos en el norte o en el sur, estamos conscientes, vivos, y nadie queda fuera, ni siquiera aquellos que migraron; no existe muro que pueda destruir lo que como mexicanos hemos creado, nuestra identidad sigue intacta. Es un muro para no dejar pasar, por lo tanto nadie queda afuera, finalizó.