
La nueva Ley de Profesiones genera más dudas que impulso a la colegiación de profesionistas, cuyas organizaciones tienden a perder representatividad, consideró el presidente del Congreso de la Abogacía, Eric Monroy Sánchez.
Se trata de una letra muerta porque hay un desconocimiento de autoridades y de los propios profesionistas sobre el marco normativo en general y su real cumplimiento, advirtió.
La regulación que establece la ley a la colegiación y el ejercicio de profesiones en el estado, requiere modificaciones de gran calado, frente a la creación de asociaciones que ni siquiera tienen una constitución protocolaria de manera legal.
No hay la regulación necesaria y se deben establecer ciertos candados para evitar la generación de organizaciones de profesionistas de manera espontánea que no cubren las características de profesionalización, comentó.
Asimismo, enfatizó que la ley por sí sola no considera aspectos de integridad y ética que deben reforzarse desde el interior de los organismos de profesionistas para tener un mayor peso dentro de su representatividad.
No obstante, la autoridad educativa debería analizar e identificar las asociaciones de profesionistas existentes, para establecer ciertos candados que eviten la proliferación de asociaciones unipersonales o clubes de amigos, que no tienen un trabajo específico.
“Que tú hagas una conferencia una vez a la semana no necesariamente significa que haya capacitación; en el caso de los abogados encontramos que hay 22 organizaciones, y el Poder Judicial señala que hay al menos 32, y de esas habría que ver cuáles abonan a profesionalizar al gremio”, enfatizó.
Se tienen serias dudas de la membresía, y si este aspecto es carente, entonces se tiene carencia de un trabajo formal, de reglas, de capacitación institucional, en la necesaria especialización que requiere un gremio como el de los abogados, agregó Monroy Sánchez.