
Staff Agencia Reforma
GUADALAJARA, Jalisco.- «¡Arriba la gente del Marro! ¡Arriba Guanajuato hijos de su p. madre!», dicen personas encapuchadas en un video de apenas 31 segundos. Los hombres, arriba de camionetas y fuertemente armados, lanzan consignas en contra del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Ese video, que circuló en redes sociales en octubre del 2017, fue la declaración de guerra entre el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el CJNG.
El CSRL no era nuevo, pues registros periodísticos ubican su origen cerca del 2014. Su especialidad era el robo de combustible, popularmente conocido como «huachicoleo», un crimen que comenzó a disputarles el CJNG.
La disputa criminal ha desatado desde entonces aumentos en los homicidios dolosos, las desapariciones y feminicidios.
De acuerdo con las cifras oficiales, Guanajuato sumó 957 homicidios dolosos en 2015. Entonces no figuraba en el top 10 nacional por cantidad de víctimas.
En 2017, año en que inició la guerra entre el CSRL y el CJNG, Guanajuato ocupó el lugar 9 nacional, con mil 423 víctimas.
A partir de 2018, la Entidad no ha abandonado el primer lugar nacional de víctimas de homicidio doloso; ese año cerró con 3 mil 290, en 2019 fueron 3 mil 540 y en 2020 alcanzó su registro más alto, con 4 mil 490.
Aunque en 2021 bajó a 3 mil 516, el Estado conservó su primer lugar en víctimas, mismo que mantiene en 2022.
Algo similar ocurrió con las desapariciones, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas registró 95 desapariciones en el 2015, en el primer año de guerra escaló a 431 desaparecidos, para 2019 se sumaron 595 desapariciones más y alcanzó su cumbre en 2020 con 661 víctimas. En 2021 tuvo una baja a niveles vistos antes de 2015, pues sumó 52 casos.
Finalmente, los feminicidios tuvieron su cumbre en 2021, llegaron a 34 víctimas, mientras que el año con menos víctimas fue justo 2017, con 12 casos.
Aunque el líder del CSRL, José Antonio Yépez Ortiz, alias «El Marro», fue capturado en agosto de 2020 y recientemente condenado a 60 años de cárcel, la violencia persiste en la Entidad debido a que sus familiares continúan al frente de la agrupación, que ha tenido pugnas internas.
Apenas el 21 de septiembre, por ejemplo, un comando asesinó a 10 hombres a tiros en un billar en el poblado de Tarimboro, que estaba en plenas fiestas patronales.
La violencia con la que actuaron las atacantes quedó grabada por ellos mismos en videos que luego difundieron en redes sociales. El ataque se le atribuyó al CSRL.