Catedráticos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes sufren condiciones adversas, como la precariedad del salario y la falta de certeza laboral, ante la ausencia de concursos de oposición para obtener una plaza. Así lo señaló Jesús Eduardo Martín Jáuregui, quien imparte su cátedra de Derecho desde 1971.
En el marco del Día del Maestro, las inercias generadas con el tiempo en la institución obvian el reconocimiento a los docentes en aspectos esenciales como la estabilidad laboral y el derecho a un salario digno, después de años de obtener aumentos por debajo de la inflación, sostuvo.
Cuestionó que la UAA haya enfocado sus inversiones en obras y gastos superfluos, como la construcción de un edificio de rectoría y la rehabilitación estética en áreas consolidadas, en lugar de centrarse en fortalecer la planta docente y mejorar las condiciones de enseñanza.
Advirtió sobre la inestabilidad que se genera debido al creciente número de docentes que, con contratos renovables cada semestre, priorizan la cercanía con sus superiores para mantener su empleo en lugar de enfocar sus esfuerzos en el desempeño académico y la formación de profesionales.
Expuso su preocupación por la pérdida de los ideales tradicionales del humanismo en la institución, que coloca a la persona humana en el centro de la universidad, ante un nuevo enfoque en la sustentabilidad.
El catedrático Martín Jáuregui señaló que la UAA enfrenta problemáticas que son comunes en el servicio público, donde los aspectos administrativos prevalecen sobre los logros y objetivos académicos.
Se muestra un interés en los alumnos asumiendo que su permanencia representa el cumplimiento de indicadores de eficiencia terminal, lo que a su vez permite acceder a financiamiento público. Sin embargo, los docentes son el principal soporte de la institución, ya que a través de su desempeño y evaluación asumen la tarea de formar profesionales competentes, aunque las políticas se orienten hacia la flexibilidad, permitiendo que los estudiantes obtengan un título profesional sin un mayor esfuerzo por aprender.
«Nos hemos inclinado por el camino más fácil, evitando confrontarnos a nosotros mismos, sin cuestionarnos ni hacer una pausa para realizar una autocrítica y replantear lo que estamos haciendo. Tal vez hemos optado por seguir con la inercia, recibiendo a un gran número de estudiantes, pero nos damos cuenta de que no están comprendiendo», concluyó.

Licenciado en Comunicación e Información especializado en Prácticas Informativas, con 10 años de experiencia en cobertura sobre administración pública, elecciones, educación, seguridad, justicia, economía, y empleo.