
El rezago educativo se sigue haciendo más amplio en las comunidades de Jesús María, aunado a la violencia y al empobrecimiento del ingreso y el empleo informal en las familias, los cuales son focos rojos que tienen que ser atendidos por las autoridades y las organizaciones de la sociedad civil, estableció la coordinadora de la Asociación Bienestar e Integración Familiar, Claudia Mayordomo Fernández.
La representante de BIFAM en la entidad comentó que en materia educativa es notorio el desajuste en las comunidades de Jesús María, dado que los niños y jóvenes todavía no llegan a ritmos adecuados más completos y ricos en las instituciones escolares y por lo mismo no acaban de comprometerse con ir a la escuela, lo cual perjudica muchísimo a los menores, quienes siguen teniendo grandes lagunas académicas, que los ponen en desventaja a la larga.
Asimismo, dijo que otro factor que afecta a las comunidades de Jesús María es la violencia que se da en las relaciones entre amigos y entre la familia, la cual está muy exacerbada, que, si bien no se ve tanto en las calles con grandes riñas, pero los niños se ofenden y se lastiman entre sí.
Mayordomo Fernández señaló que también notan que hay un empobrecimiento en las familias, ya que cayó su ingreso económico e igualmente aumentó el empleo informal, lo cual perjudica mucho a sus vidas a largo plazo porque si se enferman, todo eso tiene un costo y en lugar de tener acceso al Seguro Social, el cual les da soporte a esas comunidades, el tener empleo informal les impide a la larga tener un fondo para el retiro y contar con la asistencia médica cuando sean mayores de edad.