
Antonio Baranda Agencia Reforma
PALENQUE, Chiapas.- «Éxito total», señala el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando se le pregunta su balance de la cumbre migratoria realizada ayer en este municipio.
Maduro va sonriente, acaso porque los 12 países participantes condenaron lo que oficialmente se llamó «medidas coercitivas unilaterales de naturaleza indiscriminada».
Se trató de un reproche a «sanciones» y «bloqueos» de Estados Unidos a Venezuela y Cuba, en con que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su desacuerdo.
«(Explicamos) las causas vinculadas directamente a las sanciones criminales, inmorales que se han aplicado contra Venezuela», señala Maduro.
Los países participantes básicamente señalaron al de enfrente ante el fenómeno migratorio y acordaron un nuevo catálogo de buenas intenciones.
Bajo la premisa de combatir las causas, por ejemplo, convinieron un «esfuerzo coordinador para replantear la arquitectura financiera internacional» de la deuda.
En medio de señalamientos a EU, también solicitaron a países de destino ampliar las vías regulares de migración, con énfasis en la movilidad laboral.
Nada de cifras, inversiones, proyectos concretos de desarrollo, programas de empleo o metas de reducción de flujos migratorios desde Centro y Sudamérica.
El venezolano fue el último mandatario en dejar la sede de la cumbre, donde López Obrador se reunió con cinco mandatarios y representantes de seis países más de la región.
«Sostuve una excelente reunión con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el marco encuentro de Palenque», resumió Maduro en sus redes.
«Le agradecí su firme rechazo a las sanciones contra nuestro pueblo que han sido causa fundamental de la migración en nuestro país».
Visitantes
López Obrador bajó de su camioneta a las 11:22 horas y, tras dar unos pasos, se le unieron en el camino los presidentes de Venezuela, Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Colombia, Gustavo Petro.
Los cuatro mandatarios entraron caminando juntos al nuevo Centro de Atención a Visitantes de Palenque, a unos dos kilómetros de la zona arqueológica.
Minutos antes, el tabasqueño y sus invitados hicieron un recorrido por la zona arqueológica, cerrada el viernes, ex profeso, para la visita «fast track» de los asistentes a la cumbre.
A las 11:28 horas, López Obrador subió al primer piso del edificio principal del Centro de Atención, acompañado sólo por el jefe de la Ayudantía, Daniel Asaf.
Dos minutos después bajó y dio la bienvenida a los invitados, entre quienes se encontraban representantes de Panamá, Costa Rica, Haití, Belice y El Salvador.
Mientras charlaba con los asistentes, todavía fuera de las pláticas formales de la Cumbre, llegó de última hora la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
A las 11:42 horas, López Obrador la recibió afuera del mismo edificio, se saludaron y comenzaron a platicar.
Después se acercó Maduro, que saludó a la hondureña con un abrazo.
Al filo del mediodía, el tabasqueño salió del edificio para dirigirse a una palapa contigua, donde ya se encontraban miembros de su gabinete y comitivas.
Así arrancó el denominado «Encuentro por una vecindad fraterna y con bienestar», donde López Obrador estuvo flanqueado por Castro y la Canciller Alicia Bárcena.