
Israel Sánchez Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- Algo que terminó por influir en la decisión de Valeria Souza de retirarse de Cuatro Ciénegas es la falta de apoyo tanto de la UNAM como del ahora Conahcyt.
«O sea, el dinero lo hubiera podido conseguir. Ponga usted que voy y chillo a Fundación Slim; es posible que me lo hubieran dado. Pero es muy triste que la UNAM no tenga ni dinero para el mantenimiento de sus vehículos», lamenta la investigadora del Instituto de Ecología (IE).
«O sea, el 99.9 por ciento del presupuesto que le da el Gobierno de México a la UNAM ahorita se va en salarios», continúa. «La UNAM, con la desaparición de los fideicomisos y esto de la no sé qué cosa franciscana (la austeridad), pues ya no tienen ni con qué respirar».
Por el otro lado, sorprende que el Conahcyt, teniendo un Programa Nacional Estratégico (Pronace) destinado al tema del agua, no otorgue apoyo a proyectos tan fructíferos como el de Cuatro Ciénegas, de donde se estima que hay un importante potencial biotecnológico en riesgo de perderse.
«Metimos una propuesta al Pronace del agua, y la directora de Conahcyt (María Elena Álvarez-Buylla) personalmente nos bateó. Porque es mi vecina de laboratorio y no me quiere. Es personal, ni modo», apunta Souza, refiriendo que la mayoría del apoyo en dicho programa se ha ido hacia Texcoco.
«Entonces, todos los proyectos del agua que construimos decenas o casi cientos de investigadores en toda la República, pues valieron un pepino».