Más de mil comerciantes en el Agropecuario procedieron a ajustes de precios, pues muchos ya no pueden absorber las alzas en sus costos, con una actividad económica que se ha alentado, obligándolos a aplicar estrategias diferenciadas de aumento o disminuciones parciales y graduales para no inhibir e impulsar las ventas.
En el pasado fin de semana de quincena, se registró una activación de 15% en las ventas de viernes a domingo, sin embargo, la comercialización se cayó durante los primeros días de esta semana al registrarse un 50% de operaciones en los diversos giros, informó el representante de este gremio, Rodrigo Jiménez Loza.
Frente a la incertidumbre económica, dijo que la población está comprando menos dada la naturaleza de los productos alimenticios y de los abarrotes.
En entrevista con El Heraldo, el presidente del Consejo de Administración del CC Agropecuario apuntó que los comercializadores de carne de res y de puerco han bajado los precios, dada la caída en el consumo, propiciando que los proveedores vendan más barato.
La carne de cerdo ha bajado entre un 14 y 18% en las tres últimas semanas. La de res ha disminuido un 5%, mientras que los abarrotes sí han subido a razón de estar más ligados a la paridad cambiaria peso dólar, en tanto que los productos perecederos se mueven mucho a la ley de la oferta y la demanda.
Aunque aclaró que la venta en kilogramos de carne ha bajado entre un 10 y 15% promedio mensual, de ahí la razón de disminuir también los precios, para alentar el consumo.
La comercialización de los productos que se ofrecen en el Centro Comercial Agropecuario es de temporal, donde las frutas, verduras y hortalizas han registrado un comportamiento muy tranquilo, indicó.
En cuanto a la venta de los productos perecederos, dijo que también ha bajado un promedio mensual de 10 a 15%, de julio a agosto se reportó un descenso de 10% y de agosto a septiembre sumó otro 3%.
Rodrigo Jiménez Loza dijo que hay muchos negocios que salen a raya en sus finanzas y otros reportan una utilidad muy pequeña en sus operaciones comerciales, “lamentablemente no existe una estabilidad económica, lo que preocupa y genera incertidumbre en este sector”.
Aunque las estadísticas oficiales reportan una mayor generación de empleos, el consumo no es acorde a la cantidad de puestos laborales que se han creado, apuntó.
Durante varias semanas, los comerciantes que trabajan en las bodegas y en los tianguis han estado sorteando el impacto económico, al absorber los aumentos de precios que han sucedido en una amplia gama de productos de abarrotes y agrícolas, ajustando las autoridades.
Sin embargo, gradualmente han tenido que aplicar los ajustes de precios, no en la misma proporción en que sucedió desde el proveedor, pero sí 1% cada tercer día o bien de acuerdo a la movilidad de la mercancía y de las necesidades del negocio, concluyó.