Antonio Baranda
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.-La postura de México en la COP26 es contradictoria en varios aspectos, como refrendar el compromiso contra el cambio climático y a favor de las energías limpias, cuando los proyectos federales van a contracorriente de la transición internacional, criticó ayer el especialista Gustavo Alanís.
En entrevista telefónica desde Glasgow, Escocia, donde se desarrolla la Cumbre Climática, el director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) advirtió que, más allá del discurso, México promueve las hidroeléctricas, las refinerías y el uso de combustóleo, en perjuicio de las renovables.
«Yo creo que lo que sucede es que no hay un conocimiento profundo de los temas y, en consecuencia, quieren aprovechar los foros internacionales para ir a posicionar temas que son de la agenda nacional. Hay temas que no embonan, que no van con el discurso que se vino a decir aquí», indicó.
«Y entonces, por eso digo que debe haber congruencia en el Gobierno federal en cuanto a plantear estos temas. Estamos dándole prioridad a los combustibles (fósiles) y, en consecuencia, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático, contrario o a contracorriente de lo que está haciendo la comunidad internacional».
Ayer, la Secretaria del Medio Ambiente, María Luisa Albores, fijo la postura de México en la COP26. Presumió Sembrando Vida, afirmó que nuestro país es aliado contra el cambio climático, fustigó los contratos «sucios» de energías limpias y presumió la modernización de hidroeléctricas, entre otras acciones.
Sobre Sembrando Vida, que paga 4 mil 500 pesos mensuales a más de 400 mil campesinos por plantar árboles, Alanís dijo que también hay contradicciones, pues lejos de ser un programa grandioso, como afirma el Gobierno federal, está incentivando la deforestación masiva en varios puntos del territorio.
«Habló de Sembrando vida como un programa estrella, como si fuera algo grandioso y yo creo que ha quedado ya demostrado por el World Resources Institute (de Estados Unidos) que lo que están haciendo es incentivar la deforestación masiva, están hablando de 73 mil hectáreas de árboles que han sido derribados o que han sido quemados», expuso.
«Entonces, más bien que acepten que este es un problema clientelar, que es un programa asistencialista (…) no hay que darle a Sembrando Vida un color, un tinte verde, cuando no lo tiene».
Alanís consideró que otra contradicción es que Albores haya subrayado la importancia del enfoque de género y los derechos humanos dentro de las negociaciones de la COP26, cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo hace unos días que el neoliberalismo inventó movimientos como el feminismo y el ambientalismo para saquear.
«La contradicción que yo encuentro es que el Presidente dijo que los temas de feminismo, ecologismo y derechos humanos eran un invento del neoliberalismo para saquear, entonces, cómo es posible que vengan a luchar por el tema de género, los derechos humanos cuando es algo que ya desacreditó, ya deslegitimó el titular el Ejecutivo», cuestionó.
El especialista además criticó que México abogue en las cumbres y foros internacionales por invertir más recursos para la mitigación y el combate al cambio climático, cuando en los hechos construye una refinería y empuja una reforma que promueve las «carboeléctricas» y deja a las renovables al final.
«Cómo salimos a pedir dinero, pero en casa estamos haciendo cuestiones que son contrarias a lo que se llama la transición energética», dijo.