
La convivencia intergeneracional es un tesoro cultural y social que, cuando se fomenta y se valora, enriquece la vida de todos los participantes. La sabiduría de las personas mayores se entrelaza con la energía y el entusiasmo de los jóvenes, creando una sinergia única que trasciende las barreras temporales y generacionales, expresó Carolina Bernal López, integrante de la Asociación de Gerontología y Geriatría.
Bernal López señaló que los lazos intergeneracionales cubren una variedad de aspectos, desde la educación hasta la transmisión de valores y tradiciones culturales. Estas relaciones promueven el aprendizaje mutuo y la interacción entre diferentes edades, generando beneficios para todos los involucrados.
Destacó que los adultos mayores obtienen beneficios tangibles al convivir con generaciones más jóvenes. Entre éstos, se observa un mejoramiento en su autoestima y estado de ánimo. La interacción refuerza su vitalidad y aumenta su entusiasmo por la vida diaria. Asimismo, dicha convivencia disminuye el sentimiento de soledad y otorga un sentido reforzado de integración y pertenencia en la sociedad. El continuo aprendizaje se mantiene vivo en ellos gracias a este enriquecedor intercambio generacional.
Por su parte, para los jóvenes, compartir momentos con personas mayores les brinda una perspectiva más amplia. La convivencia transforma su percepción sobre el envejecimiento, promoviendo una apreciación más profunda de la experiencia y sabiduría de las personas mayores. Esto les permite ampliar sus redes de apoyo y comprender más profundamente los desafíos y temáticas que afectan a los más viejos.
Finalmente, enfatizó la relevancia de impulsar la convivencia familiar e intergeneracional en Aguascalientes y en contextos más amplios. Al hacerlo, no sólo se robustece el tejido social, sino que se avanza hacia la creación de una comunidad más integrada y justa.