Mircea Mazilu

El próximo 21 de marzo se celebra el natalicio de Benito Juárez, presidente de México entre los años 1858 y 1872. Ese día, pero de 1806, el Benémerito de las Américas nacía en San Pablo Guelatao, Oaxaca, dentro de una familia zapoteca de origen humilde.

Ya antes de graduarse en derecho en el Instituto de Ciencias de Oaxaca (1834), Benito Pablo Juárez García asumía el puesto de regidor del Ayuntamiento de la Ciudad de Oaxaca (1831) y diputado al Congreso del Estado (1832).

Después de graduarse continuó su carrera profesional en el campo de la política, convirtiéndose en diputado por Oaxaca ante el Congreso de la Unión (1846) y gobernador de Oaxaca (1847).

En 1854 se adhirió al Plan de Ayutla, que tenía por objetivo derribar al dictador Antonio López de Santa Anna. A continuación, ocuparía el puesto de ministro de Justicia e Instrucción Pública (1855) y ministro de Gobernación (1857).

En enero de 1858 se convirtió en presidente de México. Aquel mismo año iniciaba la Guerra de Reforma (1858-1861), una guerra civil que enfrentó a los liberales, encabezados por el mismo Benito Juárez, y los conservadores, dirigidos por Félix Zuloaga.

Tras la victoria liberal en dicha guerra civil, llegó la Segunda Intervención Francesa en México (1862-1867), un conflicto que enfrentó a los mexicanos contra los franceses y que terminó con la expulsión de estos últimos del territorio nacional.

La administración de Benito Juárez se caracterizó por la expedición de diferentes leyes de corte liberal, muchas de las cuales constituyen el antecedente de la legislación actual mexicana.

Destacan las Leyes de Reforma (1859), las cuales consisten en la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, la Ley del Matrimonio Civil, la Ley Orgánica del Registro Civil, la Ley de Exclaustración de Monjas y Frailes y la Ley sobre la Libertad de Cultos.

Benito Juárez falleció el 18 de julio de 1872, como consecuencia de un infarto. Sus restos descansan hoy en el Museo y Panteón de San Fernando de la Ciudad de México.