Estimados lectores, nos encontramos en “fechas patrias” y es por ello que hoy recordaremos el proceso de independización de nuestro país, el cual culminó en septiembre de 1821.

No obstante, el aniversario de la independencia de México, que se celebra cada 16 de septiembre, más que la consecución de la emancipación, evoca el inicio de la lucha por alcanzar la misma.

Fue precisamente en la madrugada del 16 de septiembre de 1810 cuando el cura Miguel Hidalgo dio el “Grito de Dolores” en la parroquia de Dolores Hidalgo para llamar a sus feligreses a levantarse en armas y acompañarlo en la lucha contra las autoridades.

A continuación, el pequeño grupo de insurgentes se desplazó hacia la ciudad de Guanajuato, capital del estado homónimo, donde asaltó la Alhóndiga de Granaditas, dando muerte a militares y autoridades del virreinato de la Nueva España.

Acto seguido, los rebeldes emprendieron la marcha hacia la capital virreinal, cosechando victorias significativas en su camino. Es más, en las afueras de la Ciudad de México derrotaron a los realistas; no obstante, en vez de entrar y culminar la toma de la ciudad, Miguel Hidalgo y los suyos decidieron alejarse de la misma.

A continuación, los insurgentes sufrieron una serie de derrotas, lo que los obligó a retirarse hacia el norte del virreinato. Por desgracia, durante ese desplazamiento los jefes insurgentes fueron capturados y condenados a muerte. Las cabezas de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Jiménez y Juan Aldama fueron colgadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas como acto ejemplar para aquellos que decidieran sublevarse contra las autoridades.

Posteriormente, fue José María Morelos quien se convirtió en el nuevo líder de los rebeldes. Éste logró ganar varias batallas y controlar importantes territorios de la mitad sur del virreinato, no obstante, a finales de 1815 fue aprehendido y ejecutado.

Después de la muerte de Morelos, fue Vicente Guerrero quien llegó a ser el nuevo jefe del movimiento insurgente. En febrero de 1821, éste consiguió llegar a un importante acuerdo con Agustín de Iturbide, fruto del cual resultó el Plan de Iguala, que reconocía la independencia de México.

La emancipación de nuestro país fue ratificada por los Tratados de Córdoba (24 de agosto de 1821) y el Acta de Independencia (28 de septiembre de 1821).